- -

martes, febrero 05, 2008

Resultados primer día en Calera

La absoluta falta de voluntad de nuestro Superintendente de escuchar posiciones distintas, y sobre todo el que se le haga ver la realidad de los hechos actuales, ha hecho imposible la lectura de la carta ante el Cuerpo de Presbíteros en las Conferencias en Calera. Es por esta razón, y para dar cierre a las acciones por nosotros propuestas, es que dicha carta será enviada el día jueves próximo por correo certificado, al Superintendente, con copia al Secretario y al Cuerpo de Presbíteros en general.

No obstante la imposibilidad de leer personalmente la carta ante el presbiterio, ésta fue enviada en días pasados por correo, siendo recibida por la mayoría de ellos. Por eso es que sólo resta hacer entrega de una copia al Superintendente.

Si alguien aún desea adherirse a esta carta, podrá hacerlo hasta el día jueves en la mañana, ya que ésta irá acompañada del listado de hermanos que hasta ahora han manifestado su apoyo a ella.

Por otro lado, queremos hacer una enfática declaración por este medio:

Las acciones realizadas en Calera, en las cuáles se rayaron murallas, se tiraron panfletos y se pusieron grabaciones del reportaje y música desde una camioneta, NO SON PARTE DE LAS ACCIONES POR NOSOTROS PROPUESTAS, NO CUENTAN CON NUESTRA APROBACIÓN, NI SOMOS RESPONSABLES DE ELLAS. Más aún, creemos que este tipo de acciones dañan nefastamente la imagen del evangelio y perturban las acciones espirituales de fe, como es en humildad haber intentado leer una carta ante el Cuerpo de Presbíteros.

Hacemos un ferviente llamado a la hermandad a permanecer en oración, pidiendo a Dios que él, por medio de su Santo Espíritu, redarguya los corazones de nuestras autoridades para que puedan actuar con valentía y honorabilidad, enfrentando con la verdad y con autoridad divina el pecado y la deshonra que quieren destruir la obra del Señor.

Nuestro eterno Dios les bendiga grandemente.

EL CRISTIANO PRIMITIVO

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hnos si no la presentan uds., de nada servira enviarla por correo, aunque sea certificda, ya que la leeran , luego la tiraran al papelero y aqui no ha pasado nada.Creo que si no agotan todas las instancias para hacerlo hoy todo sera un fracaso ya que cada dia que pasa se tomaran desiciones y ya nada los hara volver de sus posturas .Hnos animo cobren fuerzas y soliciten a la comision de diciplina ser escuchados en la sesion de Presbiteros, no le pueden negar dicha peticion, haganlo de esa manera y que Dios les bendiga

Anónimo dijo...

Es lamentable la intransigencia de nuestras autoridades.

Pero ¡que le vamos a hacer!.

Como decía el post anterior.

Agoten los recursos, porque todavía quedan días de Conferencias.

Y si aún así no pueden leer la carta ante el Presbiterio. El envío por correo certificado es una solución razonable.

Al ser con copia. Queda constancia de que El Superintendente la recibió.

Gabriel Garcia Marquez.

Anónimo dijo...

Amados:
La Biblia dice: "presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad" y "Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza". Estas fueron recomendaciones del apostol Pablo a dos jovenes pastores de la iglesia antigua, acaso no es la misma para los actuales varones que han sido puestos para PASTOREAR la grey del Señor, pero cual a sido el EJEMPLO que nos han dado algunos de ellos (Valencia,Caro,Gonzalez,Herrera, y otros), acaso debemos imitarles y andar por la vida realizando acciones que solo ponen en ridiculo a la IEP y averguenzan el evangelio. Creo que la sentencia para estos sres. ya esta dictada por el Señor de la mies, y aunque en Calera se salgan con la suya de no poner su cargo a disposicion del presbiterio para que se pueda remediar en parte todo este ESCANDALO que significa ESTAFAR a nuestros hermanos y jugar con la ilusion y la HONRA de un hijo de Dios, porque Mateo 25 dice: "por cuanto lo hicistes a unos de estos pequeños a mi me lo hicistes", de manera que tanto defensores como ofendidos sigamos confiando en Cristo porque El es el unico que no va a defraudarnos. Y para los hipocritas que se escandalizan por los panfletos o rayados murales, debieran sentir pesar y verguenza por lo que hicieron estos sres. a un grupo de salvados por Cristo el Señor

Bendiciones

Anónimo dijo...

Cuando nos imaginamos un juicio, siempre lo llevamos a un plano secular. Es fácil aceptar que mafiosos, traficantes, corruptos y depravados, entre otros, sean enjuiciados. Pero nos resulta muy difícil poner en tela de juicio la integridad moral de nuestras autoridades espirituales… suena a ‘herejía’. Leemos las palabras de confrontación y juicio que nuestro Señor Jesucristo pronunció contra los religiosos hipócritas, mentirosos, cínicos, legalistas y superficiales de su época, y pensamos que dichas declaraciones nada tienen que ver con nosotros.
Basta una simple lectura al AT o a cualquier libro de historia de la iglesia para darse cuenta que si no se vela sobre ella constantemente, puede ser tomada por gente impía y pecadora, y caer en blasfemias y perversidades. ¿Cómo puede ser esto? “Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios…” en definitiva, “…porque dejaron de servir a Jehová” (Óseas 4:6,10) ¿No existe esa misma posibilidad en nuestra iglesia evangélica pentecostal hoy? He escuchado y leído: “No es para tanto…”, “Es que él no tiene la culpa, son otros los que…”, “Todo esto no son más que rumores (entiéndase ‘mentiras’)…”, “El diablo… él es el culpable de todo…”, “todo esto es porque la iglesia no ora lo suficiente…”, “los comunistas por aquí, los resentidos por allá…” En fin, nada nuevo. Pero nunca llegan al problema de fondo: No vemos esa ‘ACTITUD’ (es decir, esa disposición o postura del alma entera: mente, voluntad y sentimientos), de parte de nuestras autoridades, como la que tuvo el justo Daniel. “Hemos (se incluye) pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra. Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro…” (Daniel 9:5-7) O la que tuvo el siervo Moisés: “Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino… mira que esta gente es pueblo tuyo... Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí… [Parafraseo: Dios mío, temo seguir adelante si Tú no me diriges todo el trayecto]” (Éxodo 33:13-15)
Es más fácil que Dios sea indulgente con los corruptos de un Gobierno que con los corruptos de la iglesia. Quizás sea menos duro el juicio para una prostituta que para los predicadores adúlteros. Y sin duda alguna que será menos humillante el juicio para un ateo que para un religioso fanfarrón. “Pocas cosas son más repulsivas que la iniquidad asociada con las asambleas solemnes” “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!” (Isaías 5:20-21)
¡ALERTA! Hermano mío, ¿reconoce los medios que utilizan los que han dejado de servir al Señor (ya sea novato o experimentado, probando o Superintendente) para manipular a sus ‘servidos’ y las doctrinas autoritarias en las que se amparan? Por si acaso, recordémoslas:
A) LA MANIPULACIÓN. ‘Manipular’ se define como “intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en diversas áreas, con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares” (RAE) ¿Cuáles son estos ‘medios hábiles’ que sirven a ‘intereses particulares’? Entre otros:
1) La presión grupal: ministros inescrupulosos no dudarán en volcar a la iglesia en contra de quienes han perdido su aprobación o se han dado cuenta de sus malos manejos. Empezarán una campaña de difamación o murmuración contra quien ya no le obedece ciegamente. Con esto se logra el descrédito y, finalmente, que la congregación lo rechace. Los pueden culpar de ‘rebeldes’, de que ‘ya no tienen a Dios’ o lisa y llanamente de ‘endemoniados o poseídos por algún espíritu malo de turbación’. Sin duda alguna, el rechazo por parte de amigos o de quienes han sido compañeros por largos años, causa muchísimo sufrimiento y es la manera predilecta para ejercer presión.
2) La manipulación emocional: frases como “Regresen para que todo sea como antes”, “Acuérdense que hemos sido amigos”, “No nos dejen solos…” Dichos de gente querida que desgarran el corazón. Hermandad estimada, pero que definitivamente se ha desviado y que está causando daño a muchos.
3) El miedo: Ya no son palabras dulces, son derechamente amenazas con lo que les ‘haría Dios’ si no se vuelven. “Ustedes ya están desechados” o “no tienen el Espíritu de Dios” ¿A quién no le da miedo estas sentencias infernales?
4) La duda: Otras veces no es tan directo el método, es más sutil: siembran la duda. “Estoy preocupado por ti” (cuando ya no le lleva el amén a todo lo que dice el pastor) o “Tengo una revelación de que estás en peligro”, “Siento que algo anda mal…” En fin, todo lo que pueda sembrar dudas y confundir. Exclaman: “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga” (1 Corintios 10:12) En definitiva, cuando el miedo gobierna, ya no hay libertad para actuar y cualquiera, hasta los más robustos, se pueden caer. Esto es lo que se persigue.
B) LAS DOCTRINAS AUTORITARIAS (Autoritarismo: Actitud de quien ejerce con exceso su autoridad; Régimen autoritario: dicho de un régimen o de una organización que ejerce el poder sin limitaciones) Estas doctrinas autoritarias son enseñanzas basadas en distorsiones de la clara y llana interpretación de las Sagradas Escrituras, que tienen por objetivo efectuar un verdadero ‘lavado de cerebro’ en el creyente, logrando que una persona deje de tener la capacidad de tomar decisiones propias y se llenen de un temor casi supersticioso. Una vez ‘adoctrinados’, se logra la anhelada sujeción hasta en los detalles más mínimos de la vida. Entre tales enseñanzas encontramos:
1) El llamamiento seguro y la obediencia incondicional. “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos” (Romanos 13:1-2) En el fondo, usan el texto para decir: “Ya basta, sométase, soy el ungido, la autoridad puesta por Dios y punto. Aquí no se discute, se acata y mire que en la obediencia está la ganancia… Esto es lo mejor para todos…el Espíritu de Dios es ordenado… y ya sabe qué es lo que pasa si no obedece…” Bueno, no creo que lo hagan tan explícitamente, darán algún rodeo, pero finalmente llegarán a lo mismo: sométase a lo que digo. Bueno, lamentablemente esta serie de razonamientos no es raro observarla en nuestro ambiente. ¿Cómo pues interpretar correctamente el pasaje bíblico? Por el contexto, vemos que el apóstol Pablo nos conmina a ser obedientes al gobierno civil bajo el cual la Divina Providencia nos ha colocado: “porque no hay autoridad sino departe de Dios”. Sin esta, sólo habría confusión y anarquía. Dios ha entregado el poder a los hombres para que defiendan lo bueno y castiguen a los malvados. Por eso, quien se resiste o ‘rebela’ contra la autoridad acarrea condenación (por ejemplo: ir a la cárcel por fraude al fisco) Ahora bien, Pablo está describiendo a los gobernantes en el ejercicio justo de sus atribuciones. Sí es así, no hay problema. Pero, ¿qué pasa si la autoridad nos obliga a pecar? Entonces, en ese caso, no debemos obedecer, porque la lealtad hacia Dios siempre tiene prioridad sobre cualquiera otra. “Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:29) ¡Por supuesto, obedecer a Dios y a su Palabra, por encima de todo, siempre es ganancia! Concluyo: el mismo principio de Romanos 13:1ss aplica al ámbito espiritual.
2) Pastores infalibles que se niegan a ser cuestionados o corregidos. Quienes dicen o dan a entender que no podemos cuestionarles en cuanto a su conducta moral, generalmente son personas de lo más inmoral, por no decir que es de lo más soberbio que un ser humano se considere que está más allá de la corrección o de necesitar ayuda de los demás. Si alguno así se precia, podría decir que estamos frente a un verdadero tirano con delirios de grandeza. Quien apoye ciegamente a un pastor así, no es más que una persona ignorante o derechamente necia. Quizá el texto preferido por los pastores que abusan de su autoridad sea: “No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas” (Salmos 105:15) Con este versículo, en primer lugar, los pastores se autodenominan ‘ungidos’ (una clase especial de siervos de Dios, súper hombres, seres infalibles. Tal enseñanza se asemeja al de la ‘Infalibilidad del Papa’ que profesa la Iglesia Católica Romana) ¿Cuál es entonces la correcta interpretación? En el contexto, por los ‘ungidos’ entendemos claramente se refiere a ‘todo el pueblo de Israel’, no a una persona en particular. Por tanto, el texto aplica: no se debe tocar a ningún miembro del pueblo de Dios. Luego, ¿qué significa ‘tocar’? El pasaje es una clara advertencia a las naciones vecinas del pueblo hebreo para que no lo saquearan y mataran, mientras iban en sus peregrinaciones. Nada tiene que ver con que esté prohibido exhortar o reprender o cuestionar a un pastor que está en el error. Los pastores, si es que han nacido de nuevo, son ‘hermanos en la fe’, y de ahí la exhortación: “que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina…” (2 Timoteo 4:2-3)
También esta falsa doctrina se acoge a este pasaje: “Entonces los hombres de David le dijeron: He aquí el día de que te dijo Jehová: He aquí que entrego a tu enemigo en tu mano, y harás con él como te pareciere. Y se levantó David, y calladamente cortó la orilla del manto de Saúl. Después de esto se turbó el corazón de David, porque había cortado la orilla del manto de Saúl. Y dijo a sus hombres: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová” (1 Samuel 24:4-6) Dicen entonces: ‘¿Lo ves? Ni un trozo…’ Aquí es importante que recordemos el contexto: Saúl seguía siendo rey (aunque no contaba con la bendición de Dios. “Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey”, 1 Samuel 15:23) Sin embargo, entendemos que David no debía tomar la justicia por su propia mano. La Biblia dice “No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor” (Romanos 12:19) El castigo sin duda proviene de Dios. Pero no así la DISCIPLINA, la cual es deber de todo creyente (y más si se es autoridad), la que busca la sanidad y la restauración del afectado: “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado” (Gálatas 6:1); y se debe efectuar con amor: “Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano” (2 Tesalonicenses 3:15) Por otra parte y volviendo al caso, David no obedecía a los caprichos del rey Saúl, y no por eso estaba en rebeldía.
3) No juzgar. Dicen: “juzgar es pecado” o “¿quién eres tú para juzgar a los demás?” La Biblia dice: “No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.” (Mateo 7:1-5) Basados en estas líneas, se enseña que es pecado decirle a un siervo que se ha equivocado o pecado, ya que lo estaríamos ‘juzgando’ y eso es pecado. Para empezar: si ellos creyeran en verdad esto, nunca podrían hacer evaluaciones de la conducta de los que cuestionan, y eso habitualmente no es así. ¿Qué enseña entonces el pasaje? La pregunta debería ser: ¿a quién le está prohibido juzgar? Al hipócrita, evidentemente. Hasta que su vida esté en orden, y entonces pueda ‘ayudar’ a otros a limpiar su vida.
4) Los que se levantan contra el ‘ungido’ son rebeldes y traidores. Basados en la historia de Absalón (Léase 2 Samuel caps. 15-18), se enseña que cualquiera que cuestione o se salga de la misión es como un ‘Absalón’, quien se rebeló contra su propio padre (el rey David) Concluyen diciendo: “así como él, todos los que se levanten contra el siervo de Dios terminarán en muerte espiritual” ¿Por qué no se puede aplicar esto a quien, por ejemplo, cuestione el actuar errado de un pastor? Básicamente porque Absalón no era un creyente, sino uno que asesinó a su propio hermano y adulteró contra su propio padre. Además, la intención de Absalón fue matar a su padre y quedarse con el reino, nunca aconsejarlo, corregirlo o simplemente alejarse de él.
5) Los que se van son culpables de dividir el Cuerpo de Cristo. Esto pasa cuando la iglesia o congregación local se autodenomina “La Iglesia de Cristo” (excluyendo a las demás denominaciones). Por lo tanto (concluyen) quien se va, es culpable de estar dividiendo el cuerpo de Cristo. A continuación preguntan: ‘¿quién es el que busca dividir? El diablo…’ ¿Qué se persigue? Hacer sentir culpable a la persona que se va. Aclaremos: Por cuerpo de Cristo entendemos ‘Iglesia’ (con mayúscula), o sea, el conjunto de cristianos que representan la ‘encarnación’ actual de Cristo en el mundo. Él prometió estar con ella mediante su Espíritu Santo “todos los días, hasta el fin” (Mateo 28:20) Es una unidad espiritual indivisible. Dios apela a la figura del cuerpo, para que cada cristiano comprenda la relación de facto y funcional que goza con los demás creyentes, sujetos en todo a la cabeza directriz que es el Señor Jesucristo, independiente de dónde se congregue.
6) Dios no puede bendecir a quien deja a su congregación. La Biblia enseña que a veces sí hay razones para dejar una congregación y es más, Dios la aprueba dando su bendición. ¿No pasó eso con nuestro 1º superintendente el pastor W. C. Hoover, cuando salió de la iglesia metodista episcopal y luego de la iglesia metodista pentecostal para formar lo que hoy conocemos por iglesia evangélica pentecostal?

Finalmente, ¿por qué he descrito estas prácticas y enseñanzas antibíblicas? Porque “el espiritual juzga todas las cosas…” (1 Corintios 2:15a), teniendo siempre presente: “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio” (Juan 7:24). No quiero que en mi iglesia (IEP) ocurra lo mismo que en la iglesia de Corinto, donde las autoridades espirituales no juzgaron un caso de fraude evidente: “Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos?” (1 Corintios 6:5)

Dios tenga misericordia de todos nosotros.
HIJO DE LA IGLESIA