Tal como ya se ha indicado en los Blogs IEPCorrupta e IEPenacción, ante la seguridad de que como hermanos en Cristo hemos llegado al momento crucial de enfrentar una realidad insoslayable, como lo es aceptar que la amada Iglesia Evangélica Pentecostal a la cual pertenecemos ha caído paulatinamente en gran cantidad de irregularidades, y se hace cada vez más patente la necesidad urgente de una Reforma integral y completa de nuestra institución, es que hemos decidido unir nuestras acciones para que, con humildad y pidiendo a nuestro Dios que él muestre su voluntad en cada paso que estamos dando, podamos trabajar bajo un sólo bloque común y cohesionado.Es así como los hermanos editores del Blog IEPCorrupta han aceptado unir bajo un sólo espacio virtual a los tres blogs: IEPCorrupta - IEPReforma - IEPEnAcción. De esta forma, el primer blog, y el más antiguo además, seguirá estando orientado al llamado racional e intelectual de la necesidad de un cambio en nuestra iglesia, mientras que el presente blog, administrado por los hermanos bajo los pseudónimos de El Cristiano Primitivo y Gabriel García Márquez, presentará propuestas de pasos sitemáticos y etapas a través de las cuáles podrían lograrse los cambios esperados en nuestra iglesia, y el Blog IEPEnAcción, administrado por el hermano bajo el psedónimo de Wesleyano, propondrá el camino espiritual por medio del cual, y en unión con los otros dos caminos anteriores, formemos un frente común que abarque la razón, la propuesta y la acción espiritual.
El único propósito que nos mueve es el deseo de ver una iglesia sana en el espíritu, que crezca dando abundantes frutos, no sólo en cantidad (la cuál muchas veces mueve a error), sino en calidad espiritual. Y es por ello que hemos considerado importantísimo tomar como estandarte de batalla el camino espiritual propuesto por el blog IEPEnAcción, ya que es la única manera de obtener triunfos en el Señor.
Hacemos un llamado a nuestros hermanos a unirse a nuestro clamor en oración y suplica a nuestro Dios, y a su vez, a demostrar su preocupación por la difícil crisis por la que atraviesa nuestra iglesia. Los grandes hombres de Dios que se levantaron sin temor contra enemigos poderosos, sin temer las consecuencias, para llevar adelante la verdad de Dios, no sólo acotaron su acción al clamor, sino también a la acción: Moisés, siendo un hombre tardo para hablar, enfrentó al faraón para decirle: ¡Deja ir a mi pueblo!; David, siendo un simple pastor de ovejas, desafió al gigante en el nombre de Jehová de los ejércitos; los apóstoles no temieron desafiar a los sacerdotes de Israel (que se habían apartado de la verdad de Dios), y les dijeron si era conviente obedecer a los hombres antes que a Dios; Lutero, siendo uno más de miles de frailes de la iglesia, no temió redactar sus 95 tésis y clavarlas nada menos que en la puerta de la iglesia de su pueblo, para denunciar la corrupción y el deterioro espiritual de que era víctima la iglesia en la que él había nacido.
Gracias a aquellos valientes hombres, a quienes Dios usó como instrumentos para llevar adelante sus propósitos, hoy podemos conocer esta verdad que nos ha hecho libres en el espíritu. ¿El pueblo de Israel hubiese salido de Egipto si Moisés no se hubiese levantado para enfrentar al faraón? ¿Israel hubiese triunfado sobre los filisteos si David no hubiese enfrentado al gigante? ¿Conoceríamos la verdad del evangelio si no hubiesen habido hombres valientes que enfrentando autoridades demostraran la verdad de Cristo? ¿Habría Iglesia Evangélica Pentecostal si no fuera por un valiente hombre que desafió a la mayor iglesia de entonces que aseguraba tener la única verdad, como lo era la iglesia católica?
Ojhalá que hoy día, después de 500 años, no sigamos todavía actuando como la iglesia Católica, que negligente no quiso oir las palabras de aquellos que estaban denunciando el error, y hoy es una simple institución religiosa que ha errado el camino siguiendo doctrinas de demonios.
Hoy se necesitan con urgencia nuevos Moisés, nuevos David, nuevos Luteros, que sean valientes y capaces de luchar por la verdad.
Dios les bendiga grandemente.
EL CRISTIANO PRIMITIVO
